Back to basics: cómo lograr confort térmico junto a las ventanas

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Artículo en USGlass Magazine de Helen Sanders
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Nos encanta sentarnos junto a las ventanas por cómo nos hace sentir.
Está demostrado que el acceso a la luz natural y las vistas a la naturaleza favorecen la salud, la recuperación, el aprendizaje, la productividad y el bienestar.

Sin embargo, sentarse junto a ventanas de bajo rendimiento puede resultar incómodo, por varias razones: transferencia de calor por radiación, radiación solar directa, corrientes convectivas (corrientes descendentes) y filtraciones de aire.

Filtración de aire
El aire frío o caliente puede entrar en el edificio alrededor o a través del sistema de ventanas. Esto provoca corrientes frías para quienes se sientan cerca de una ventana y aumenta el consumo energético del edificio al exigir mayor esfuerzo a los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado. Se estima que la filtración de aire es responsable de hasta un 33 % de las cargas de calefacción y refrigeración. Es fundamental asegurar que la unión entre la ventana y el muro esté bien aislada y sellada.

Radiación solar directa
Estrategias de diseño que minimicen la incidencia directa del sol —como reducir la superficie acristalada en las fachadas este y oeste, usar protecciones solares exteriores, vidrios de control solar con recubrimiento bajo emisivo (low-E), cortinas interiores o acristalamientos dinámicos— pueden ayudar a reducir esta incomodidad y el consumo energético.

Transferencia de calor por radiación
Cuando los ocupantes se sientan junto a una superficie más fría o más caliente que su piel (entre 33 y 37 °C), el calor fluye por radiación desde la superficie más caliente hacia la más fría. Si las superficies interiores de las ventanas están significativamente por debajo de la temperatura de la piel —lo que ocurre frecuentemente en invierno si no están bien aisladas—, los ocupantes sienten frío, ya que su calor corporal se transfiere hacia la ventana. Lo contrario ocurre en verano: si las superficies interiores están mal aisladas y superan los 38 °C, los ocupantes sentirán calor excesivo.

Corrientes descendentes
Las corrientes convectivas se producen junto a superficies de ventana más frías que el aire del ambiente, generando una corriente incómoda. Recuerda: el aire caliente sube y el aire frío baja. Al enfriarse cerca de la ventana, el aire desciende, desplaza el aire cálido de la habitación y crea bucles de convección verticales.

Reducir la transferencia de calor por radiación y las corrientes descendentes requiere sistemas de ventanas con baja transmitancia térmica (U-factor), marcos con rotura de puente térmico, espaciadores de borde cálido y vidrios aislantes de alto rendimiento. Cuanto más bajo sea el factor-U, más cerca de la ventana podrán sentarse cómodamente los ocupantes.

Además, un sistema de ventanas con bajo factor-u maximiza el espacio útil, reduce la necesidad de calefacción perimetral y ofrece beneficios económicos inmediatos al optar por un mayor rendimiento térmico, junto con beneficios a largo plazo en términos de ahorro energético y bienestar de los ocupantes.

Artículo en inglés USGlass Magazine Junio 2024

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